Esperar la casualidad o aprovechar las oportunidades

Primera parte

Cuando la mente pasiva va detrás de la suerte 


No es lo mismo esperar la visita de la suerte que aprovechar, aún en su fugacidad, las oportunidades que se presentan a cada momento. En ambos casos, la mente actúa de manera diametralmente opuesta. Quien espera la suerte mantiene su mente pasiva y estática, sin construir procesos activos, ya que sólo imagina la llegada de aquello a que aspira sin esfuerzo alguno. Quien aprovecha las oportunidades, en cambio, mantiene su mente activa, creativa y expectante, transformando cada hecho, adverso o favorable, en nueva oportunidad.

Entre la suerte y la capacidad propia

Aportes pedagógicos para el progreso personal

Una observación superficial de la vida cotidiana, nos muestra a individuos que dicen tener suerte por sus logros envidiables y a individuos que manifiestan no tenerla, ya que padecen el sufrimiento de no haber logrado ciertos objetivos. Esta es una observación simplista, que atribuye a la suerte el hecho de gozar un beneficio o padecer un percance o fracaso. De allí que habitualmente la mayoría incorpora a su vida cotidiana las ideas de la “buena suerte” y de la “mala suerte”, haciendo depender de lo fortuito, del destino y de la casualidad aquellas circunstancias óptimas y condiciones desfavorables que a cada uno le toca vivir.