Cada vez que dudamos aprendemos más

Un aprendizaje sin hipótesis genera una mente inactiva

El hábito de dudar consiste en preguntar e interrogar a los hechos, a nosotros mismos y al todo del universo para habilitar procesos de investigación e indagación activa de la inteligencia. Como consecuencia de tal proceso, el sujeto ejerce su iniciativa para no quedar estancado en la fijeza e inmovilidad de los conocimientos adquiridos en el pasado. Es así como el estado de incertidumbre, al hacerse consciente, le permite acceder a un plano de mayor conciencia de sí mismo y a una valoración de su potencial cognitivo interno.